domingo, 5 de noviembre de 2023

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He decidido no correr,
Ni siquiera caminar.
Voy a arrastrar los pies,
Con la intención de ir hacia atrás.

sábado, 14 de marzo de 2020

A DOS TRENES Y UNA VIDA

A DOS TRENES Y UNA VIDA:


Yo no quiero ser ella.
Esa mujer del otro lado del andén.
Sentada, parece que observa todo y nada.
Con sus ideas en el regazo,
sujetadas por esas pequeñas y delgadas piernas
de hueso, puestas ligeramente de lado.

Yo no quiero ser ella. 
Reflejo y espectro del tiempo y,
sin saberlo, casi amiga de la muerte.

Su huesuda cabeza, forrada de desgastada piel.
Lluvia de rayas desde ojos hasta sienes;
y mandíbula sujetada a la fuerza.

La miro desde aquí, a dos trenes y una vida.
Distintos mundos,
distintas atmósferas.
Tan alejadas estamos, 
que no temo cuando posa en mis ojos su mirada.
Nos miramos, cara a cara.
Entonces asiente. Me responde.

Sí, tú serás yo.
Sí, no quieres.
Y asiente.

Entonces llegan ambos trenes.
A la vez se cruzan,
marcando esa imperceptible distancia.

Cuando se  marchan, 
ella ya no está.

Y diría que me quedé allí, sola,
esperando el día en que me tocase
 ser ella en su andén.
Pero entonces se sentó, allí, en su lugar sagrado, una niña.
Yo no quiero volver a ser ella,
ella no quiere ser yo.
Nos miramos fijamente,
sentadas frente a frente.

Llegan los trenes, ya es tarde.
Y una vez en el tren, continúo mi viaje.
Y me hago consciente.
Yo soy ella;
no importa el andén,
sino lo corto que es el trayecto.

Pues los bancos del andén, siempre,
están siendo ocupados.


domingo, 18 de marzo de 2018

Desperandum

Cuando la lluvia de la desesperación cae,
Se acerca la muerte prematura del alma.
Cansada de observar su sinuosa caída,
He decidido poner fin al agobio.
Y tirar mi tristeza al mar del olvido.

viernes, 5 de junio de 2015

Mirabile sequuntur somnia

Leyenda:
Mirabile sequuntur somnia
(Del latín: maravillosa pesadilla)


Se dice que cuando una persona
muere en un sueño no vuelve
a despertar nunca de él.
H ubo una vez en este mundo un ser perfecto, era indescriptible; aquel que intentaba imaginarlo no podía, pues un ser humano no puede entender tanta magnitud de belleza concentrada; varios intentaron pintarla para que aquella maravilla perdurase durante los siglos, pero ni el mejor de los pintores logró ni logrará representar ni una pizca de su inmensa belleza en ningún lienzo,  por muy mágico que este fuese. Por último, reyes de la palabra y la melodía lo intentaron pero, al igual que los pintores, solo lograron representar mujeres, todas bellas, pero ninguna de la manera en que realmente ella lo era.
Lo misterioso era que cada una de las obras de los artistas era diferente, pues cada una representaba el estereotipo de mujer perfecta según los gustos del autor. Al no poder pensar en la imagen física de la “maravilla” se la imaginaban.
Aquella semi-humana era hija de una mujer que en su momento fue la mujer más bella de aquella aldea, respecto en corazón, alma y físico, pero a ella si se la podían imaginar pues solo era una simple  mortal; y los aldeanos, al tener ese privilegio, se pasaban día y noche pensando en ella. Por supuesto, esto no dejó en la indiferencia a las aldeanas, pues una noche, mientras dormía, le echaron aceite hirviendo en la cara, lo que la deformó por siempre.
El dolor de las quemaduras de la mujer generaron en ella algo que nunca experimentó, el odio.
Tras aquel suceso se dice que ella, al igual que muchos tantos, hizo un pacto con la muerte de la máscara roja, el peor demonio de las muertes. Le propuso concebir un ser inexistente, invencible, al que todos adorasen; y que aquel ser con alma maligna se alimentase de las almas mortales que aquel diablo tanto aborrecía. Este aceptó, y aquella misma noche concibió a aquel ser, que por hambre devoró el alma de su madre y, por malicia, su cadáver.
Tras ello, aquel ser adoptó la forma de mujer, pues hasta ahora es el ser más bello creado; y así, toda la aldea, como si de la gravedad se tratara, fue atraída hacia ella, que se convirtió en el centro, en la maravilla, de la vida de hombres y mujeres.
Hablamos de un ser perfecto, que manipula; asesina de almas, devora-cuerpos. ¿Es que un ser perfecto no puede ser malvado?
Pues así, aquel ser devoró a aquella aldea en medio de la nada, pero su hambre no cesaba, e invocó a su padre; ella le pidió que le llevase a aquel mundo de monstruos y demonios y que se encargaría de persuadir y devorar a sus enemigos. El padre maravillado por el gran poder y maldad de su descendiente aceptó.
Así ella pasó a otro mundo, aquel en el que devoró a su padre y a todos los seres malvados existentes, convirtiéndose en el último demonio, malvado y hambriento. Ella misma se denominó Muerte, en honor a su padre, que una vez había compartido con ella el placer de matar.
En aquel mundo no existían salidas y se quedó allí atrapada, por lo que empezó a atacar desde los sueños, o, mejor dicho,  las pesadillas.
Muchos dicen que ella se aparece envuelta en una manta negra, y que al dejarla caer su belleza mata; y después, simplemente,  no despiertas.
                            


                                          Mª Laura Almanza Salazar.

martes, 2 de diciembre de 2014

Microrrelato



MICRORRELATO.

Llovía estruendosamente.Un coche conducido por un anciano de facciones muy arrugadas y mirada siniestra atravesaba en aquel momento la carretera. Al tomar la curva,el auto comenzó a patinar y dio tres angustiosas vueltas de campana antes de ir a parar sobre un denso matorral,quedando inmóvil con las ruedas mirando hacia arriba.Al cabo de unos segundos,el espantoso hombre...

...emitió un grito estremecedor;fue en ese momento cuando decidí acercarme,pero,justo antes de llegar vi como intentaba salir entre espantosos gruñidos.Me quedé inmóvil examinando al hombre que parecía haber salido ileso del accidente,excepto porque no paraba de repetir entre risas escalofriantes:
-¡Tengo la solución a todo los problemas;con esto traeré la paz mundial!
Mientras lo decía,enseñaba una pequeña caja metálica.Pero eso no era lo único extraño;los humanos solo hablaban con nosotros para que cumpliésemos órdenes,ni siquiera se molestaban en mirarnos,como si fuéramos chicles negros pegados al suelo que pisaban todas las mañanas en la ruta habitual hacia el trabajo.En lo único que se molestaron fue en hacernos impermeables para poder vigilar en plena tormenta si algún asqueroso humano necesitaba ayuda en una carretera en la que pasaba un coche al mes por el simple hecho de perderse o encontrar un nuevo atajo.
Entonces encontré la solución para que mi especie,la robot,sea tratada y reconocida como se merecía;la caja.Me acerqué al hombre,pero ni se inmutó,y por detrás,en la nuca,le dí un fuerte golpe con mi mano de acero.Cayó sonriente soltando la caja,y mientras se desangraba susurró:
-Gracias
No me detuve en sus raras últimas palabras y abrí la caja;en ese instante me di cuenta de a qué se refería aquel anciano con'la solución`,aquella caja contenía nuestras sombras,hambrientas de esperar para llevarnos al olvido.
Y el mundo sucumbió bajo la lluvia.